Sintomatología de la Esquizofrenia

 Aportación académica al IMP por Stephanie Matta

La predisposición a la esquizofrenia está probablemente presente entre los niños. En la mayoría de las personas con esquizofrenia, se puede ya decir desde su pubertad que reaccionan ante las cosas de forma diferente a los demás. Sin embargo, los síntomas reales aparecen normalmente entre los 15 y 30 años de edad. Los primeros indicios de esquizofrenia probablemente pasan desapercibidos por la familia y los amigos. Las personas que sufren de esquizofrenia muchas veces exhiben uno o más de los siguientes síntomas, durante las primeras etapas de la enfermedad:

  • Aislamiento, no pasar mucho tiempo con personas de su propia edad
  • Pérdida de memoria
  • Trastornos de percepción y paranoia
  • Lapsos de disminución de la atención
  • Falta de energía, agresión, irritabilidad, tensión, hostilidad inesperada
  • Trastorno del sueño
  • Pérdida de apetito o apetito voraz
  • Deterioro de la higiene personal
  • Ideas delirantes
  • Problemas de tiempo para organizarse
  • Cambio en la personalidad

Síntomas esquizofrénicos.

Alteraciones en relación con la realidad. Entre los pacientes esquizofrénicos suele presentarse una perturbación en la capacidad adaptativa general, lo que da como resultado una conducta desadaptativa e incluso inadecuada en la situación social que se comparte. Las perturbaciones en la verificación de la realidad producen distorsiones en la realidad que se experimenta e intentos por reconstruirla, con ayuda de delirios y alucinaciones.

Delirios: son creencias inusuales no basadas en la realidad. Por ejemplo, las personas que sufren de esquizofrenia pueden creer que alguien puede escuchar sus pensamientos o controlar sus sentimientos, acciones o impulsos.

Delirios de persecución: se muestran vagos e inciertos debido a la desintegración general del pensamiento. El paciente puede suponer que algo está mal, que algo desconcertante y pavoroso está sucediendo.

Delirios de grandeza: son como sueños, fantásticos, románticos o sumisos. Algunos pacientes se describen como presidentes, personajes históricos o como Dios y buscan que quienes los rodean los reconozcan como tales.

Delirios somáticos: son a menudo intentos que hacen los esquizofrénicos por explicarse experiencias que no pueden comprender y que han conseguido proyectar de modo imperfecto. Se proyectan como cambios corporales, y no como sucesos completamente externos, las experiencias que provienen de las fantasías y los conflictos inconscientes que han escapado de la regresión.

Alucinaciones: son más comunes en las reacciones esquizofrénicas que en cualquier otro campo de la patología conductual. Las alucinaciones son distorsiones de los sentidos. Por lo común son de carácter auditivo; en menos medida de carácter visual, y sólo ocasionalmente participan en ellas el gusto, el olfato y la sensibilidad cutánea. Al igual que los delirios, las alucinaciones son el resultado de la negación y proyección.

Las personas con síntomas psicóticos, delirios y/o alucinaciones, sufren enormemente; puesto que muchas veces, las voces que oyen son amenazantes o condenatorias.

Extrañamiento y despersonalización: son afirmaciones de que algo extraño le ha sucedido al paciente o a su interacción con el medio circundante; dejan de sentir y percibir las cosas como antes lo hacían. Al describir el cambio en sus reacciones, que por lo general niega y proyecta como cambios inexplicables ocurridos en el medio circundante, el paciente describe, sin proponérselo, su propia desintegración del ego, su propia incapacidad para percibir o sentir lo que antes era capaz de percibir o sentir.

Alteraciones en el control emocional y pulsional.

A este grupo de perturbaciones pertenecen las excitaciones catatónicas, la mudez y la inmovilidad catatónica, todas ellas pruebas de un ego en desintegración. Como resultado de esta desintegración del ego, algunos pacientes se vuelven impulsivos y difíciles de predecir y otros pierden el control de esfínteres, como parte de su regresión.

Incongruencia emocional y aplanamiento afectivo: Los pacientes esquizofrénicos a menudo hablan de algo terrible que les está sucediendo o de algo terrible que idearon, planearon o hicieron, sin manifestar nada que se aproxime a la participación emocional que espera una persona normal.

Alteraciones en las relaciones de objeto

Entre los esquizofrénicos adultos a menudo se puede encontrar un miedo a la cercanía con cualquier persona. Tan permeables son los límites del ego o del yo de tales individuos, que la cercanía amenaza con absorberlos. Por otro lado, los esquizofrénicos tienen la idea de que se les excluye, de que se encuentran en el exterior, mientras el resto del mundo parece estar teniendo experiencias importantes.

Alteraciones en la función defensiva.

Prácticamente, todos los síntomas de la esquizofrenia son resultado de haber surgido material del proceso primario en el pensamiento del proceso secundario. La invasión ocurre a lo largo de una amplia frontera y a muchos niveles diferentes, de pulsiones, conflictos y fantasías que anteriormente habían sido inconscientes, o al menos parcialmente inconscientes, ahora penetran a escala masiva en las organizaciones preconscientes y conscientes y las desbaratan.

Alteraciones del lenguaje y del pensamiento

Cuando nos fijamos en el habla de los esquizofrénicos, denotamos algunas carencias y algunos excesos, pero sobre todo lo que se ve es lo deteriorado del discurso y la dificultad que tienen para comunicarse de una manera coherente para el interlocutor y que este les entienda, se puede hablar pues de un lenguaje disgregado, con graves alteraciones semánticas sobre todo, pero con una sintaxis pobre.

Si analizamos los componentes no verbales que intervienen en la comunicación interpersonal en el esquizofrénico tenemos que:

  • La expresión facial es completamente inexpresiva, con expresiones negativas muy frecuentes y no comunicando nada en el resto de las ocasiones.
  • Las miradas están a menudo perdidas en el infinito, sin ningún contacto visual con el interlocutor que tienen enfrente, causando una impresión negativa.
  • La sonrisa es siempre inadecuada, con frecuentes risas inmotivadas, causa del delirio que les está hablando a la vez que el interlocutor.
  • La postura se destaca por su rigidez motora, con posiciones que difícilmente podemos considerar como cómodas, dando una impresión de un rechazo total al que les habla.
  • La orientación no existe, no dirigen su cuerpo y su mirada al interlocutor
  • La distancia y contacto físico tienen dos extremos: lo invasivo, ocupando el denominado espacio vital del interlocutor, en una distancia extremadamente próxima e íntima, muy desagradable; y la lejanía, con continuas alusiones al receptor a larga distancia, con un distanciamiento total.
  • Los gestos son inexistentes, las manos permanecen inmóviles, reflejo de su apatía y a menudo más como contestación a sus «voces» internas que como refuerzo de lo que quieren comunicarnos.
  • La apariencia personales muy desagradable, sin ningún atractivo y es deficitaria con un cierto grado de desaliño y carencia de auto cuidados básicos.

Cuando nos fijamos en lo que conformaría los componentes paralingüísticos:

  • El volumen de la voz es mínimo, casi no se les oye, no utilizan un volumen adecuado para el interlocutor, descendiendo el volumen cuánto mayor es la longitud del mensaje.
  • La entonación es plana, monótona y aburrida, no se produce un acompañamiento del mensaje emitido.
  • El timbre es o muy agudo o muy grave.
  • La fluidez no se da, no hay una continuidad en el discurso, se dan muchas perturbaciones o pausas embarazosas, no hay un acompañamiento, una vez concluida la frase, concluye el tema y la conversación, teniendo que hacer uso de frases interrogativas para continuar o comentar sobre otro tema, que concluye cuando contesta, en muchas ocasiones con monosílabos.
  • La velocidad tiene dos posibilidades, dependiendo del grado de deterioro cognitivo del paciente y de su tipología de su enfermedad, por un lado tendríamos gente con habla muy lenta, hablan extremadamente despacio y por otro gente con logorrea, que habla extremadamente deprisa y no se le entiende nada.
  • La claridad es confusa, teniendo que pedir continuas aclaraciones sobre los neologismos empleados y el significado que le quieren dar a la frase.
  • El tiempo de habla es corto, con grandes períodos de silencio, concluyendo con la contestación a lo que se les pregunta.

Se han señalado que hay tres tipos de observaciones clínicas:

  1. Que el habla de los esquizofrénicos es poco fluida y ocasionalmente muestra alteraciones prosódicas que afectan a la entonación y velocidad.
  2. Que el lenguaje esquizofrénico es perseverativo
  3. Que el lenguaje esquizofrénico es ininteligible, incoherente y/o difícil de comprender por el interlocutor.

Este conjunto de características ni son exclusivas de la esquizofrenia, ni están presentes en todos los casos, ni coinciden todas juntas.

También hay que considerar las siguientes distorsiones en el lenguaje:

  • Pobreza del discurso
  • Pobreza del contenido del discurso
  • Habla apresurada, logorrea
  • Discurso divergente
  • Discurso tangencial
  • Descarrilamiento
  • Incoherencia. Ensalada de palabras
  • Ilogismos
  • Asonancia y alteración
  • Neologismos
  • «Aproximación de palabras»
  • Lenguaje prolijo, Discurso circunstancial
  • Perdida del objetivo, olvido del tema
  • Perseveración
  • Ecolalia
  • Bloqueo
  • Discurso enfático
  • Discurso autoreferencial
  • Paráfrasis fonética

Superinclusión en la esquizofrenia.

Es el resultado de una organización de ego inestable que no logra limitar a unos cuantos el número y el tipo de excitantes simultáneamente eficaces y coherentes. Caracteriza a la superinclusión la incapacidad de excluir impulsos antagónicos, contradictorios e incluso que no vienen al caso. Esto aparece en las reacciones esquizofrénicas, donde los límites de ego defectuosos permiten la confusión perceptiva y la invasión de las organizaciones cognoscitivas por parte del material del proceso primario.

Síntomas clasificados en positivos y negativos

Síntomas positivos: surgen de un mal funcionamiento del cerebro que conduce a la aparición de elementos extraños (que no se presentan normalmente) en el pensamiento. Son el exceso o distorsión de las funciones normales como:

  • Alucinaciones: percepciones que no existen que pueden ser auditivas, visuales, táctiles, olfativas o gustativas (las 2 primeras son las más comunes).
  • Delirios: alteraciones del pensamiento, ideas falsas e irreductibles al razonamiento argumental.
  • Lenguaje desorganizado e incoherente (suelen ser ideas de persecución, de grandeza, religiosos, de celos e hipocondríacos).
  • Comportamiento gravemente desorganizado (agitación, incapacidad de organizarse y de mantener la higiene personal) o catatónico (con una disminución de la actividad psíquica y motora hasta llegar a una falta total de atención y rigidez).

Síntomas negativos: son aquellos que se originan en una ausencia de elementos normales en el funcionamiento cerebral. Los síntomas negativos alteran la capacidad de funcionar en la vida diaria de los pacientes, son personas que se acaban aislando y perdiendo a los amigos. Los síntomas negativos comprenden restricciones:

  • Embotamiento afectivo: no hay reacción ante estímulos emocionales.
  • Pobreza del habla (alogia).
  • Abulia o apatía: falta de voluntad, incapacidad para persistir o para iniciar una actividad.
  • Anhedonia: incapacidad para disfrutar de los placeres.

El curso de la enfermedad esquizofrénica se caracteriza por fases de agudización y fases de remisión de los síntomas, aunque algunos enfermos presentan un curso estable. A medida que pasa el tiempo, los síntomas negativos se acentúan más, mientras que los positivos van remitiendo.

 

Fases de la esquizofrenia

La esquizofrenia tiene diferentes fases. Fases en las que el paciente sufre enormemente (fase aguda o fase psicótica activa de la enfermedad) y otras fases en las cuales los síntomas esquizofrénicos presentan pocos problemas (fase de recuperación o de estabilización). Una fase psicótica activa puede ir precedida de una fase prodrómica en la que se pueden encontrar signos de advertencia tempranos de una fase psicótica activa. En otras palabras, existen diferentes ciclos, fase prodrómica, fase psicótica activa y fase de estabilización. La duración de estas fases no es la misma en todas las personas. Algunas están en fase psicótica activa casi constantemente, mientras otras pueden presentar episodios recurrentes.

Fase prodrómica: Los primeros signos de advertencia de un episodio psicótico se pueden encontrar en esta fase. Las ideas delirantes y alucinaciones no son características de esta fase, pero los pacientes perciben que empiezan a sentirse diferentes y a pensar de modo distinto. Algunas personas están en esta fase varios días, y otras toda su vida.

Fase psicótica activa: Esta fase se caracteriza por la presencia de ideas delirantes, alucinaciones y trastornos del pensamiento. Los cambios de humor, los trastornos de la conducta y el adormecimiento (o dormir demasiado) son también comunes. Esta fase puede durar hasta 6 meses. Un buen tratamiento combate los síntomas y puede acortar esta fase.

Fase de estabilización: La mayoría de las personas continuarán todavía experimentando una serie de síntomas durante la fase de estabilización. Sin embargo, de forma mucho menos patente que en el episodio psicótico. En términos generales, se aprecia un curso de pensamiento más empobrecido y lento, aislamiento y falta de iniciativa. El 20% de los pacientes aproximadamente, continúan teniendo ideas delirantes, alucinaciones y están confundidos, aunque en menor medida que durante la fase psicótica activa.

 

Tratamiento de personas con esquizofrenia

Es de gran importancia que las personas con esquizofrenia reciban tratamiento. Frecuentemente se interna al paciente para estabilizar la medicación, evitar que se lastime o que dañe a otros, protegerlo de las ideas suicidas u homicidas, para proveerle cuidados básicos, alimento, higiene, reducir el nivel de estrés y ayudarlo a estructurar sus actividades diarias. La duración dependerá de la gravedad del padecimiento y de la disponibilidad de recursos para el tratamiento ambulatorio. También se siguen terapias electro convulsivas en pacientes catatónicos o que no pueden tomar medicación antipsicótica.

El tratamiento mejora notablemente su calidad de vida, siendo sus dos pilares básicos: la medicación y facilitar un entorno estructurado. Algunos pacientes, además, pueden ser candidatos para proyectos de reintegración.

  • Medicación.- Las personas con esquizofrenia reciben medicación, es decir, tratamiento antipsicótico. Los antipsicóticos controlan los delirios y las alucinaciones. Los actuales medicamentos evitan también un completo aislamiento del paciente. Los pacientes sufrirán menos a causa de los temores y aflicciones provocados por los delirios y las alucinaciones. 
    Lamentablemente, la medicación no tiene el mismo efecto en todas las personas; algunas no se benefician de ella y otras no obtienen un beneficio suficiente. Si la medicación ayuda, se debe tomar frecuentemente durante largos períodos de tiempo, incluso auque el paciente se sienta mejor, con el fin de evitar la recurrencia de los síntomas.
  • Entorno.- Un buen asesoramiento es también extremadamente importante. Las personas con esquizofrenia son muy sensibles con lo que ocurre a su alrededor, a los contratiempos de la vida diaria. Por este motivo es importante evitar las situaciones de estrés tanto como sea posible. Además, las personas con esquizofrenia necesitan estructurar sus vidas; necesitan motivación para tomar la medicación, para asistir a las sesiones de asesoramiento, para practicar sus habilidades sociales, etc.
  • Reintegración.- Desde luego, las personas con esquizofrenia tienen problemas para aceptar que padecen la enfermedad. Su menor potencial de aprendizaje los convierte en personas extremadamente vulnerables. Es importante enseñar a las personas con esquizofrenia a realizar las tareas de la vida diaria: en la casa, en las situaciones sociales, en el trabajo o en el colegio. Para ayudarles en este proceso pueden asistir a cursos de entrenamiento encaminados hacia su reintegración en la vida cotidiana y mediante la convivencia en centros de acogida.

Como se ha indicado anteriormente, los síntomas se pueden combatir con la medicación y mediante la provisión de un entorno adecuado. Sin embargo, la mayoría de los pacientes presentan síntomas severos durante toda su vida.

Alrededor de una cuarta parte de los pacientes se recuperan permanentemente. Un asesoramiento intensivo y la medicación permiten a los pacientes, después de pasar por diversas fases, recuperarse de la enfermedad. Tres cuartas partes de los pacientes continúan sufriendo síntomas en cierta medida. En algunos, los síntomas psicóticos continúan recurriendo. Los pacientes que presentan síntomas recurrentes necesitan tomar la medicación escrupulosamente para mantener los síntomas controlados el mayor tiempo posible. Algunos pacientes necesitan hacer frente a los síntomas permanentemente a pesar del asesoramiento y la medicación. El 40% de los pacientes viven en instituciones psiquiátricas o en lugares de acogida.  El poderoso efecto de la enfermedad sobre la personalidad del paciente lleva al suicidio a un 8% aproximadamente de los pacientes porque no pueden enfrentarse con la vida durante más tiempo.

 

Conclusiones

La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más serias que ocasionan una gran perturbación en las relaciones sociales, familiares y labores de las personas que la sufren. La mayor parte de las personas con esquizofrenia no pueden llevar una vida normal. La mayoría de los pacientes son incapaces de trabajar tres años después de que se detectan los primeros síntomas; transcurridos diez años, el 40% requiere tratamiento permanente. 

Un pequeño porcentaje es más o menos capaz de mantener sus contactos sociales, pero la mayoría no pueden cuidarse a sí mismos y se convierten en personas ociosas, improductivas y con una vida carente de significado. La sociedad les margina porque se siente incapaz de tratar con personas aisladas que se comportan de forma «extraña» o agresiva. La familia y quiénes se ocupan de cuidar a una persona con esquizofrenia tienen problemas para conseguir comunicarse con ellos. Se sienten preocupados y no saben cómo contactar con ese miembro de la familia enfermo.

En lo personal, la esquizofrenia se me hizo un tema verdaderamente fascinante e interesante. A través de los casos que se presentaron en los libros de personas con esquizofrenia me hizo entender mejor toda la teoría. También me acordé de la película «A Beautiful mind» (la cual esta basada en una historia real), donde John Nash llega a «controlar» su enfermedad sin medicamento. Sin embargo, esta enfermedad me da tristeza, pues las personas que la padecen no logran estar un 100% tranquilos, estables, motivados, viviendo las experiencias reales de este mundo. Las personas esquizofrénicas sufren dentro de su propio aislamiento entre alucinaciones y delirios, en algunos casos, o simplemente no llegan a tener una vida con significado. En realidad, la esquizofrenia si es una de las enfermedades mentales más debilitantes y desconcertantes.

Bibliografía.

  1. Belloch, A., Sandín, B. (1996): Manual de psicopatología . España. McGraw-Hill Interamericana.
  2. Cameron, N., (2003): Desarrollo y psicopatología de la personalidad. México. Trillas.
  3. CIE 10, (1992): Trastornos mentales y del comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico. Organización Mundial de la Salud. Madrid. Mediator.
  4. DSM-IV, (1997): Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona. Masson.
  5. Vila, J., Fernández, M. (1990): Activación y conducta . Madrid. Alhambra. 
  6. Vallejo-Nágera, J. A. (1997): Introducción a la psicopatología y psiquiatría . Madrid. Salvat.

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