Impacto de la satisfacción marital en la mujer en las distintas áreas de su vida
Mariana Margalef Mendoza
Aporte académico realizado en el IMP
Antes de adentrarnos directamente en este tema, es necesario describir algunas investigaciones referentes a cómo experimentan el matrimonio los hombres y las mujeres.
En el estudio que Rhyne (citado por Valtierra, 1993) realizo, encontró que los hombres y las mujeres evalúan de diferente manera sus matrimonios. Las mujeres tienden a estar más satisfechas si sus necesidades sexuales son llenadas, mientras que los hombres están satisfechos con la ayuda que la mujer da en el hogar, el tiempo que esta pasa con los hijos y la amistad. También las mujeres tienden a enfocar más sobre los aspectos de compañerismo en el matrimonio que los hombres. Como se puede observar, existen diferencias de género en la evaluación de los aspectos subjetivos dentro del matrimonio, así como de las evaluaciones generales de la calidad marital.
También se ha visto que para las mujeres resulta más difícil ajustarse a la vida y al matrimonio específicamente. «Aunque las razones no son claras, existe mucha evidencia de que para las mujeres, más que para los hombres, resulta más difícil ajustarse a la vida y al matrimonio» (Barry, 1982).
Otros estudio, indican que las mujeres son más dependientes y ansiosas, menos seguras, menos auto- suficientes y sé auto- aceptan menos, así como más alertas a problemas personales. En general, es la mujer la que tiene que hacer el mayor ajuste dentro del matrimonio. (Barry; 1982).
Por otra parte, son escasos los estudios que han relacionado el funcionamiento familiar, definido éste como los patrones de comportamiento de la familia de acuerdo con algunas dimensiones como la cohesión, la comunicación, los roles, la estructura del poder, la resolución de conflictos, el involucramiento y expresión de los afectos, el control de la conducta, con el bienestar subjetivo de los miembros de la familia, especialmente sobre el impacto que la satisfacción marital tiene en la vida de la mujer. Sin embargo, se han hecho numerosas investigaciones acerca de cómo la satisfacción marital impacta en la calidad de vida de la pareja y de la mujer en particular, y se ha podido observar que están relacionados con aspectos psicológicos y sociales similares.
A continuación se describen algunos hallazgos empíricos que muestran la dirección de la relación entre estos dos constructos.
Cuando se ha relacionado el funcionamiento de la familia con algunas variables de la familia de origen, algunos autores coinciden en que los patrones de comportamiento de la familia de origen, el grado de intimidad o distancia que establecen los miembros entre sí al relacionar, los roles, los estilos de comunicación, las reglas familiares y la expresión de los sentimientos, se aprenden en la familia de origen e influyen sobre el tipo de pareja y dinámica familiar que la mujer busca establecer mas tarde. A su vez, quienes han estudiado la calidad de vida concluyen que el grado de satisfacción de una necesidad, influye en la valoración que se confiere, de manera que la satisfacción o calidad de vida estará enormemente influida por las actitudes y conductas procedentes de una o dos familias anteriores. La familia de origen es el modelo consciente o inconsciente de la vida familiar que uno espera (Valbuena, 1993).
Asimismo, este autor pudo corroborar que la percepción de la salud de la familia de origen, el tamaño de la familia actual y el estatus socioeconómico de la familia de origen, fueron estadísticamente significativos para predecir la percepción de las mujeres del funcionamiento de la familia actual. Altos niveles de salud percibida en la familia de origen tendieron a acompañar altos niveles de salud y calidad de vida familiar actual.
A su vez, la calidad de la relación de pareja está también relacionada con la calidad de vida. Existe evidencia empírica que sustenta que la satisfacción marital es uno de los mejores predictores de la felicidad, (Beiser citado por Beckman, 1978).
Flanagan (citado por Barañano, 1992) encontró que más del 80 % de la muestra que estudio, considero que tener una relación cercana con la pareja era muy importante en su calidad de vida.
También se ha encontrado que la relación con los hijos, es un aspecto de la vida que se asocia con la calidad de vida. Flanagan (citado por Barañano, 1992) pudo encontrar que el área más frecuentemente mencionada como aspecto importante de la vida, para las mujeres de 50 y 70 años, fue haber tenido hijos.
Según algunos autores, además de la estructura, el ciclo vital de la familia y las interacciones familiares, un elemento de gran importancia que afectara la calidad de vida de la mujer es la vida espiritual compartida entre los miembros de la familia. Si bien Lewis (citado por Grezemkovsky et al, 1986) cuestiona la idea de que la estructura familiar sea resultado de determinados valores, considera necesario profundizar en la manera como la estructura podrá influir en que la familia tenga ciertas creencias y valores.
Otro de los aspectos de la vida familiar que se ha encontrado relacionado de manera importante con la calidad de vida, es la capacidad del sistema familiar para mantener los limites lo suficientemente permeables que le faciliten a la mujer involucrarse e interactuar fuera del sistema familiar. Esta capacidad de relacionarse fuera del sistema familiar, es aprendida en la familia de origen y estará relacionada más tarde con el gusto por relacionarse y con la extroversión (Bolen y Webster, 1986).
Asimismo, son numerosos los autores que han encontrado que la capacidad de la mujer para socializar, es un elemento fundamental de la calidad de vida.
A este respecto, Oppong, Ironside y Kennedy, encontraron que la satisfacción marital, y la relación que se tiene con amigos es importante. Harding encontró que el afecto positivo, factor que se asocia con variables relacionadas con la satisfacción en diferentes áreas de la vida sobre todo en la satisfacción marital, predecía la satisfacción con la familia, con los amigos con la extroversión y con las amplias redes sociales (citados por Brodbar, 1986) .
Según Abey y Andrews (citado por Rogers, 1978) las interacciones de las personas con su mundo social afectaran un buen numero de factores psicosociales apoyo, social, estrés, percepción del control interno y externo y desempeño personal y laboral que a su vez afectaran sus propios estados de depresión y ansiedad, los cuales determinan la sensación de bienestar o calidad de vida percibida.
Otros autores, como Holmstrom y Wearing (citados por Rogers, 1978) han encontrado que la extroversión parece ser una de las dimensiones de la personalidad más importantes para predecir el bienestar. Según estos autores las personas más extrovertidas en muchas ocasiones son las más ajustadas y las más felices.
Otras variables psicológicas que se han relacionado, tanto con el funcionamiento de la familia como con la calidad de vida de la mujer son el locus de control, la autoestima, la competencia personal, la orientación al logro y estrés (Etorre, 1976).
Sobre esta última, se ha podido observar que la estructura familiar afecta de manera importante el estrés normativo y el estrés severo y viceversa, es decir, si las familias están expuestas a estrés severo y crónico, la estructura básica de la organización familiar puede cambiar en el siguiente sentido; de flexible a dominante sumisa, conflictiva, y caótica. A su vez, el estrés tiene un impacto negativo en el bienestar. Las personas bajo condiciones de estrés tienen impacto negativo el bienestar. Las personas bajo condiciones de estrés son más susceptibles de enfermedad, depresión y ansiedad y disminución de la auto confianza (Lewis citado por Mc Namara y Bahr, 1980).
Bibliografía contenida en la Primera entrega de la categoría y cuyo link se encuentra en la parte inferior.
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